1. MEDIA HORA DE CAMINO
Un segundo son
diez minutos sobre el tiempo y las distancias se cubren a menor rapidez pero
son las mismas; los relojes no sirven, se mojan, se humedecen; los computadores
se llenan de miedo y la manigua enyerba los genios. Nadie desespera. Quien tiene afán es su propio verdugo; nos
reunimos temprano para que el día rinda, como si este se pudiera estirar, como
si las cosas fueran de otro modo por ponerse un vestido rojo y no azul. Se
llega antesitos de…ó despuecito, pero puntual nunca. ¿Quién puede ser puntual cuando el tiempo no
existe?
Vaya hasta donde
nace el río; puede tardar media hora de camino, pero el camino se mide por
kilómetros no por segundos; recorrer un segundo de carretera puede ser un siglo
de kilómetros, cuando se camina se piensa y el pensamiento es mas veloz.
En ocasiones el
rio nos deja y sigue otro sendero, -Vaya pues rapidito para que no lo coja la
oscuridad, si anochece muy temprano entonces enciende una vela, pero llegue que
lo estamos esperando-
Abracadabra las
patas no son de cabra son de caminante cansado, la media hora se convirtió en
cuatro horas de recorrido a pie limpio,
limpio cielo que nos cuidó de los ruidos de adentro que tanto atormentan
y de los de afuera que solo amedrentan.
La selva es así. A veces ni nos advierte, otras nos achata y confunde. Pero hay quien la
sobrevive y vive.
A media hora de
camino están los amigos indígenas esperando a que lleguemos para empezar la
fiesta; ya disponen el abrazo, el mambe, el ambil, la chicha y la risa porque se ríen y hablan
cosas que uno no entiende. Ellos se ríen. Cuando uno creía que toda la vida se
estaban riendo de ellos, nos dimos cuenta de lo contrario; ellos si saben de su
risa porque se entienden; su risa es entendimiento.
No es difícil
llegar a tiempo si entendemos que a pesar de las distancias siempre estamos a
media hora de camino; la distancia y el
tiempo también son entendimiento.
2. KILOMETRO 11
Magnolias y Rezos
La abuela está
sentada sobre el piso de tabla, algo en sus ojos brilla más que la luz del día. Dice que ora a Dios, para que los cuide niños blancos y bonitos. -Usted con ese pelo largo se parece a nuestro
señor Jesucristo-. Y sonríe la anciana mujer tendida en el entablado, desde
donde es reina, ella solo tiene que permanecer allí, desde siempre y nadie lo
sabe está orando por todos los niños blancos para que el mal no les haga daño;
hay mucha gente mala, la abuela come su cazabe mientras conversa, la abuela que
huele a selva por que ella es la selva y tiene su misterio, reza, sabe el padre
nuestro y se santigua, bendice también a los suyos, pero le parecen mas lindos
los blancos por que se parecen a nuestro señor repite la abuela y sonríe . Ella
sabe que nosotros solo estamos de paso y quiere que volvamos, por eso nos
abraza y dice que su casa es de todos y que Dios y la Virgen los acompañe. La
abuela Huitota nos lo dice.
Menguaré y Conversas
El elegido toca
el manguaré. Él tiene el son, él tiene fuerza porque el mazo para golpear pesa
tanto como la razón para escucharlo, pesa como un cargo de conciencia y para
colmo son dos. Cada mazo nos recuerda
que escuchar al manguaré es conciencia pura.
El elegido sabe
el ritmo, qué tocar, porqué tocar y
hasta cuando tocar.
El manguaré son
dos troncos de árbol pesados, gigantes, suspendidos por manilas a un andamio de
madera y cuando no es tocado sirve de cama, recostadero o caballito para los
más pequeños, tocar el manguaré es fácil, se agarra con fuerza el mazo, se
descarga con ímpetu sobre el tronco ahuecado y listo suena. Un tronco
representa a la mujer y el otro al hombre, les llaman macho y hembra; la hembra
es la más grande y de sonido grueso y el macho es el más pequeño y de sonido
delgado, algunas culturas no se mienten.
El manguaré está
en la maloca y allí también está el mambeadero (lugar donde se mambea[1]) se
baila, se canta y se cierran círculos; sobre todo si en este lugar se inicia
algo es vital regresar y culminarlo; sueños, proyectos, ideas, pensamientos,
cuentos, imaginaciones y conjeturas; todo lo posiblemente imposible, se debe regresar y cerrar por lo menos el
pacto, el vínculo, porque las palabras
que se pronuncian en la maloca son sagradas y eternas.
Imágenes y Edición
Todo es memoria,
alguien dijo que el pueblo que carecía
de memoria debía hacerse una de papel, pero los tiempos cambian y el papel se
pone amarillo, es un suculento plato para las polillas y antes de que la
memoria de este pueblo se vuelva alimento de ciertas larvas intelectuales
debemos apresurarnos a inventar otra memoria.
Un Indígena Uitoto
me enfoca con su cámara, el lente sale de su cabeza como si fuera un ciclope y
me enfoca, es un oráculo moderno, sabe qué pasó y aunque el futuro lo puede
intuir, cada vez que desea va al pasado y viaja por las imágenes de lo que fuimos
y entonces nos recuerda hasta los gestos que tuvimos cuando tomamos una
decisión.
Una cámara de
vídeo sirve para hacer vídeos, los vídeos atrapan situaciones, guardan pedazos
de vida en movimiento. Se trata de una cinta que va grabando el sonido y el
audio de nuestra identidad presente, así, nuestros jóvenes del futuro verán
como fuimos los jóvenes del pasado.
Pero la memoria
no está a salvo del todo ya que a la cinta le dan hongos, si se hace el transfer a un DVD este se puede rayar ó
quebrar, ¿entonces? ¿Qué hacemos con nuestra memoria?, pues vivirla, que cada
quien construya la suya a su tiempo y sigamos jugando con las herramientas cuya
utilidad está en que facilitan, no en que salvan y póngale mucho cuidado a la
edición que cambia los hechos y cuenta otros.
3. RECETARIO
- Si vas a tomar sopa no olvides echarle Farihna. La
yuca es brava pero no regaña y en cambio alegra la sopa. Si de felicidad estas antojado entonces
no escatimes en agregar bastante ají; el buen ají que la gastronomía ha
olvidado, el ají que además de ponerle picante a la vida ayuda a centrar
la atención, a elevar la conciencia; te abre al disfrute de lo que comes y
de lo que queda pendiente, lo puedes comer con hormigas (cutupi), pero mi
preferido, es el de araza: es la picada mas dulce que me he picado en mi
picada vida de ajisero.
- Para la nostalgia y la tristeza sírvase un buen
vaso de jugo de copoazú en leche; un milagro de la divina naturaleza esta mixtura, y si le mezclas
cachaça, tendrás un elixir de luz verde como el color verde de un cóctel
de copoazú para iluminar las bienvenidas.
- La carne de Borugo sabe a cosas de la vida, se
puede terminar lleno de vacíos, llorar, cantando melancolías, imperdonable
no probarla. El pescado cocinado en hojas de plátano es una delicia nunca
superada por una salchicha de soya ó cualquier invento advenedizo que
nos alargue la vida alejándonos de
los sabores que la describen.
- Fundamental beber al día 10 güirazas de chicha de
yuca, espesita, refrescante y rebosada la totuma comunitaria, por que
beber agua puede ser perjudicial para la salud.
- El cazabe es bueno entre comidas, antes de ellas y
después de ella. El cazabe es la comida.
- La carne de Manatí es la mejor. Tiene tres sabores dependiendo de la
parte elegida; puede saber a res, cerdo ó pollo, pero esa no es bueno
comerla, -no la coman- es
pecado, delito, ignominia atreverse siquiera a imaginar su delicioso
sabor. La variedad de platos que se preparaban con estos hermosos
animalitos fofos y entrados en kilos
que recuerdan una reunión de tías, es un acto imperdonable; por eso
olviden que mencioné lo apetitoso de sus variables carnes al igual que a
mis tías.
- Los chocolates son buenos, los garotos se consiguen
baratos, muy económicos. Pero no se fíen, siempre las cajas traen en su
interior decepciones; mejor regodearse con el dulce de castañas, es casero
y sabe a postre de abuela.
- Una buena comida deja sensación de no ser el mismo,
tras la libación de jugos hechos con frutas cuyos nombres no se aprenden a
pronunciar; el hambre mengua pero
el apetito persiste. El asunto con la buena mesa es que aquí se come sin
mesa, se va al alimento como quien va al encuentro con el aire, como quien
entra en casa buscando saciar la sed y se queda viviendo en ella.
Comer bien no es vestir de etiqueta, comer
bien es fluir con el alimento, entrar en contacto con lo comido como dice el
cuento.
Carlos Andrés Restrepo E
[1] Mambear: llevar a la boca
polvillo de coca mezclada con hoja de yarumo y depositarla entre las muelas y
el cachete y dejarlo allí hasta que se convierta en una bolita y acto seguido
estarás mambeando.
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