miércoles, 24 de abril de 2024

MIRAR DE FRENTE

 



-No mires con disimulo, mira fijamente - aconseja Gurdjieff a su hija. Desde pequeño escuché decir que los ojos son el espejo del alma, soy de una generación que no tuvo miedo a mirar de frente; de niños jugábamos a mirarnos - ¿Jugamos a sostener la mirada? - Nos decíamos, y acto seguido, nos sentábamos uno en frente del otro, respirábamos profundo, abríamos los ojos y en silencio sosteníamos la mirada, ganaba el que más tiempo durara sin parpadear. Con la mirada puesta en la pupila del otro entrábamos en su universo íntimo, la respiración se sincronizaba, los músculos faciales se relajaban, era toda una experiencia mística. En ocasiones era tanta la atención que podía ver como del otro saltaban chispas de colores, sentía que aquella observación superaba los ojos, el cuerpo se desvanecía en una sensación de levitar, en una oportunidad dejé de ver a mi compañero de juego y empecé a verme a mí.  Con el tiempo entendí que aquello fue una revelación, si los ojos son el espejo del alma, entonces el otro es mi propio espejo, ahora de grande sigo mirando fijamente para reconocerme en los demás.

Nos mirábamos para ofrendar la honestidad de nuestro ser en aquella práctica espiritual, un encuentro mágico donde la trascendencia de mirarnos iba más allá de los ojos, fluía en la piel, en la respiración, fluía en los gestos y en la serenidad, como monjes tibetanos entrábamos en otro nivel de conocimiento y de consonancia, surgía un entendimiento del otro, y advertíamos sus variadas emociones y nos acompañábamos en el crecimiento personal de aquellas profundas miradas surgieron hermosas relaciones, encuentros llenos de vitalidad que han permanecido fruto de aquellas miradas desprovistas de miedos, tapujos y prevenciones.

Concebimos entonces que mirar de frente te llena de poder, que una mirada contundente además de abrir el alma te protege de aquellos que tienen el mal de ojo puesto en sus intenciones, porque no siempre encontrabas honestidad en el juego, también había quien se esmeraba en hacer monerías para que perdieras la concentración, el que parpadeaba al instante, quien soltaba la carcajada para ocultar su miedo a ser observado. El ojo que tú ves no es porque tú lo veas sino porque te está viendo, dice el poeta Machado, muchas veces aquel que no quiere ser observado es porque tiene muchos miedos guardados en su alma o una señal de falta de confianza en sí mismo.

Las miradas también pueden ser ofensivas, contestatarias, ruidosas, abismales, autoritarias, el otro después de todo cuando refleja su alma se pone en evidencia y no todo reflejo es bello, el otro es lo que es, no toda alma se expresa en el bien, pero de eso se trata de permitirnos el reflejo del espejo, así como cuando era un niño que de tanto mirar al otro empezaba a verme a mí mismo reflejado en él.

Mirar se hace en presente, por eso las empresas fijan primero su visión para poder establecer una misión, primero ocurre la mirada que se da en presente a diferencia de la audición que se da a futuro, yo puedo ver a dos hombres caminando a lontananza y reconocer su vestimenta, definir sus pasos, su velocidad y otras cualidades que saltan a la vista, pero no puedo precisar qué se están diciendo, la mirada nos permite un análisis incluso desde la distancia. Rodolfo Llinás, nos dice que mirar es una forma sofisticada de tocar, esa expresión me parece muy sofisticada y en la edad media que estamos viviendo, puede ser una expresión digna de ser llevada a la hoguera por los militantes de la corrección política; pero también recuerdo que en la escuela la señorita Nubia, nos enseñó que ver y no tocar se llama respetar. De miradas fijas y profundas nos fortalecimos, conocimos un mundo ontológico tan diverso y cambiante que surgen muchas posibilidades tras el hecho de permitirnos abrir los ojos.

Tras las miradas venia el amor, surgían fantásticas palabras para nombrar las emociones y teníamos a mano un mundo en el que encontrábamos sentido en la confianza y en el respeto mutuo, en las miradas estaba la tranquilidad y la honestidad del alma que se reflejaba en lo colectivo sin dejar de ser individuos con sus propias maneras de ver, no había temor de ser desnudados con una mirada, nuestras mentes no estaban ocupadas para entonces de semejantes disparates, la desnudez era la posibilidad de descubrirnos tal cual éramos ante el otro, no había nada que ocultar.

Un día nos enseñaron que todo debía ser disimulado o escondido, el cuerpo, el deseo, y las penurias, nos hicieron cerrar los ojos y nos transformaron en pobres vergonzantes, menesterosos de afecto alejados unos de otros, pero al mismo tiempo reclamando su atención y su aceptación. Nos negaron el fluir sagrado de la mirada y al reclamar a gritos nos embebieron en la pócima inexpugnable de la fluoxetina.

Promulgaron que mirar era impropio de una sociedad correcta, que mirar hacía daño, que una mirada acosaba y perturbaba. Así, con los ojos cerrados, nos adiestraron para vivir desconectados de su brillo y de su iridiscencia fecunda que refleja los misterios del universo para vivir en un mundo en perfecta oscuridad. A tientas, con miedo y sin deseos vamos por ahí persistiendo en la necesidad de tenernos sin vernos.

Empero ante aquellos aficionados a la oscuridad, quedamos los que preferimos la fiesta de las miradas, porque siempre será mejor tener los ojos bien abiertos así las cosas cada vez se vean peor.

Carlos Andrés Restrepo Espinosa

lunes, 12 de febrero de 2024

LA VIDA EN ROSA

- ¿Cómo le parece pues la propaganda que nos montaron aquí? - Me dijo el burro carretillero del pueblo mientras señalaba con sus labios en forma de trompeta la librería gigante con pasarelas que invadía el espacio público de la plaza, - Ahora bendito sea mi Dios, me voy a quedar sin trabajo todo el fin de semana, y quién sabe hasta cuándo, porque desde el martes nos tienen sin poder arrimar a la plaza. ¿Será que usted me puede dar cualquier ayudita? Porque esta gente ni siquiera piensa en nosotros, muy duro, muy duro; esa propaganda nos quita mucho a nosotros, no me dio tiempo de reaccionar -. El burro se alejó frunciendo el ceño de su frente tostada por el sol de estas montañas que ha carreteado a diario y batiendo sus fuertes y largos brazos en señal de desaprobación.

Me quedé pensando: Este de burro no tiene nada, no podría encontrar mejor manera para definir el conjunto de artificios que se habían apoderado de su sitio de trabajo y a mí que no logra convencerme ningún festival que se venda como incluyente, pese a que me he permitido participar de algunas de sus puestas en escena, que no han logrado movilizar en mi mayor emoción que la decepción, me motivó esta reflexión. Esto no es cultura, esto es el mercado del arte, la literatura de consumo y por tanto la única manera de entenderlo es desde la publicidad, por eso todo lo que vemos es una propaganda que se camufla en el discurso de la cultura y de la educación, pero que el balance final es de cuantos almuerzos se vendieron en los restaurantes, cuántas camas se ocuparon y cuantas personas asistieron a los eventos, mucho ruido, pero yo que soy de aquí y que también he sido de allá, no veo a los jericoanos participando de nada, ni como asistentes, ni como ponentes, ni como artistas, y eso que dizque es un pueblo donde pululan los artistas como semillas del diente de león.  Me aventuro en una conjetura, Jericó es solo la locación para un ejercicio básico de la hiperrealidad y me apoyo en Umberto Eco que dice en la estrategia de la ilusión que “…para hablar de cosas que se quiere connotar como verdaderas, esas cosas deben parecer verdaderas. El “todo verdadero” se identifica con el “todo falso”. La irrealidad absoluta se ofrece como presencia real…”. Así todo se presenta hermoso ante las miradas de los visitantes y las que se asoman a través de las pantallas de televisores y dispositivos móviles que captan las cámaras amaestradas por ojos especializados en el trueque del signo por la cosa, sustituyendo así, lo obvio por lo aparente y conformándose con el calco o su duplicación como si fuera el espacio real.

La emoción estética es reemplazada por la experiencia, “Ven y vive la experiencia” dicen los anuncios; la experiencia es un producto al que debes llegar a través de narrativas de consumo y las narrativas se establecen en la necesidad de conversar ¿Qué mejor escenario para vender que aquel que se funda en las conversaciones?

No tienes que leer, ven y escucha al que escribió y al que leyó en una amena conversación que de seguro no vas a entender, pero que te hará lucir muy bien, toda narrativa entraña una ilusión y toda ilusión necesita de su propaganda, se venden ilusiones productos en su mayoría efímeros y entre más fugaces, mayor necesidad de propaganda para que el cliente no perciba la conclusión sino la prosecución de esa ilusión más allá de los escenarios cuando estos se desmonten para ser utilizados en otro lugar.

Las ferias al igual que los festivales son eventos de mercadeo, donde todo se vende con la ilusión de que todo es gratis y de acceso público, es tal la ilusión que la exclusión y la discriminación social pasan desapercibidas, todo es color de rosa, muy tiesos y majos transitan los turistas intelectuales adictos al olor a libro y al roce social.

El arte y la cultura fueron superados por la ilusión del turismo, las casas de la cultura ahora son agencias turísticas donde el objetivo no es la preservación de un patrimonio intangible, sino un proyecto de manejo de masas de cualquier índole que visitan pueblos y lugares sin un objetivo, simplemente el de visitar. Alguien se ha preguntado ¿A qué vienen realmente los turistas a Jericó? El turismo ahora es la cultura y la cultura es el turismo emancipado de un objeto o un objetivo emocional estético y sensorial, donde ya la experiencia que se le vende al sujeto como observador es simplemente una experiencia logística más no sensitiva, con una propaganda muy bien consolidada y ante eso ¿Qué hacer? Sabrá el burro.



Carlos Andrés Restrepo Espinosa


MIRAR DE FRENTE

  -No mires con disimulo, mira fijamente - aconseja Gurdjieff a su hija. Desde pequeño escuché decir que los ojos son el espejo del alma, ...