martes, 29 de julio de 2008

CON-CIERTO

Fue un concierto de música culta, pero antes de semejante y magno evento, yo estaba apoltronado feliz en una de esas incomodas sillas de centro comercial chupeteando un helado de chocolate con avellanas, andaba ahí tratando de robarle al día algunos minutos de no-cotidianidad, traté de prolongar el tiempo, visité vidrieras o vitrinas como le dicen en este país, deambulé un poco, con esa resistencia natural a regresar a casa sin novedad alguna, sin contar por ejemplo que me encontré por pura casualidad con la niña encantadora que tanto deseé en el colegio, o que de repente de la nada apareciera un viejo amigo e invitara a una cerveza (soy muy común en ciertos momentos), cuando me disponía a emprender el regreso a casa, caminando como mandan los cánones de ahorrar un poco, sobre todo cuando se trata de mí, un sujeto que se atrevió a desafiar el sistema y se la juega a la felicidad por encima del deber; del deber madrugar, del deber cumplir un horario, humillarse, perder la vida, sentirse útil a cambio de un sueldo razonable que no tienes con quién gastar…ó invertir, entonces es comprensible, me disponía a echar infantería hasta mi pequeño cuartito de invierno, cuando un amigo del alma y el espíritu me llamó a mi panela es decir mi celular nokia año cero, invitándome no a una cerveza sino a un concierto de la orquesta filarmónica y yo que andaba esperando que el universo se pronunciara de alguna manera, no me hice de rogar.


Me enlisté, cambié el rumbo y muy pronto estuve allí en la entrada del teatro atento a la llegada de mi amigo que traía el pase de cortesía para dos.


Como era de esperarse llegue más temprano que el cristiano en mención, allí a la entrada estaban los invitados de honor, nunca supe si el concierto tenia algún costo, yo realmente estaba colado como decimos en mi pueblo, colado, en medio de señoras peli-moradas, barrigones encanados con aspecto bonachón, encorbatados, muchos encorbatados, parecía mas un velorio que un concierto, aunque ahora que lo pienso, siempre se me han antojado los conciertos de música culta como velorios; no se puede hablar, se debe guardar actitud ceremonial, el traje preferido es el negro y las mujeres posan sus lúgubres pechos entre chalinas que apenas dejan entrever el encanto de sus lánguidos pechos ávidos de chupeteos orgiásticos, siempre he creído que semejantes damas deberían estar en casa dedicadas al feliz torbellino de la fornicación y no en este lugar adormeciéndose a los acordes de sinfonías que se hicieron para despertar el espíritu humano.


Ya dentro del sagrado recinto empezó el protocolo de costumbre, me di cuenta que era la celebración del cumpleaños 25 de la institución musical esta de la que debemos sentirnos muy orgullosos los antioqueños, por que dizque le dieron cultura a la ciudad, porque dizque cambiaron la forma de pensar de la gente, yo digo que es mas bien un embeleque de unos viejos que todavía se creen el cuento de que la música clásica está por encima de las demás músicas, que la ciudad es más culta si escucha a Bethoven o a Bach, yo digo que han sido 25 años de apasionamiento y no de criterio sano, pues de haber logrado el propósito Medellín no seria este nido de mescolanzas sin identidad, este hibrido de pseudo-culturas perversas, y por lo menos con los millones de pesos que han aprendido a arrebatarle al gobierno y a la empresa privada habrían logrado que en estos 25 años los concurrentes a la fiesta no fueran los mismos encorbatados de siempre sino el pueblo en pleno gozando y “entendiendo” la obertura de las bodas de fígaro de Wolfang Amadeus Mozart o la sinfonía fantástica op 14 de Héctor Berlioz, pero no, alelado pude comprender que estaban allí los políticos sordos de siempre “aparentando”, entregando menciones de honor, las medallas que impone el sistema, entrega el burgomaestre y abrocha la gentil dama vestida de militar; ataviada con el mismo atuendo que se usa para matar, amedrentar ó desterrar.


No digo que la labor de la institución en mención no sea buena, todavía hay gente que se cree culta ó superior porque escucha a los compositores clásicos, lo que intento decir con esta perorata es que sospecho que no han entendido los muy ingenuos que siguen siendo utilizados por el sistema para hacernos creer que somos muy educados cuando en el fondo nos toca tristemente admitir que somos el lastre cultural mas grande de este país de IN-CULTOS.


Bueno ocurrió lo que tenia que pasar, flores van flores vienen, en una celebración para unos cuantos, a mi lado una señora muy culona y encopetada no hizo sino peer y dormir, mi amigo se paró y contestó el teléfono sin importarle romper el protocolo establecido en aquellos recintos: lo llamó una encantadora mujer de muslos duros y mirada encabritada como potro en pradera (cualquiera se hace el de la oreja mocha) y después de una sinfonía amodorrada, cansona, desmedida y con ciertos encantadores ruidillos de relleno como la caída del soporte del violín de la morenaza con manos de boxeador y pecho de hule, vino el premio a semejante expiación: vino, mucho vino UNDURRAGA, blanco y tinto, pasabocas, jamón, pastelitos de atún, delicados hojaldres con queso, mortadelas, manzanas pringadas por mondadientes gigantes con aspecto de puerco espín, aceitunas deshuesadas con alma de pimentón, mas vino, queso chedar, jamón delicadamente ensartado, caprichosos mandálas comestibles, más vino, embuta y trague que la dama de estoico tocado salió hambrienta, trepele al pancito más salsa que esto está muy bueno y no se fijen en gastos que esto ya lo pagó el pueblo, ese que escucha reguetón y que gracias a su incultura nosotros podemos seguir bebiendo y recibiendo menciones de honor, que acaso es un engaño… somos unos filántropos de lo que no se ve y de los que no es nuestro, pero la vida damos en que esto siga así, que es muy prometedor el camino.


Yo me cansé de embutir vino, como sería que hasta los músicos bebieron y sus amás y sus apás orgullosos, y quedó más y seguimos bogando hasta que se soltó el agua y nos toco beber más, esta vez por pura obligación, no por que lo hubiésemos querido, es que en ciertas ocasiones uno se ve obligado a hacer cosas con las que no esta de acuerdo, pero es que fíjense ustedes, con ese frió y esa cantidad de vino ya destapado, lo mas decoroso es que uno permita que sea escanciado en su copa una y otra vez o sino pareceríamos descorteses y es lo que menos esperamos que crean de uno, sobre todo uno que esta colado en semejante evento, uno que va a pie por la vida, uno que es un carranguero, alguien alcanzó a verme y no se hizo esperar con el sarcasmo: ¡ve y es que los carrangueros también oyen música clásica!!! Bueno -le dije- lo que pasa es que hay tanta vaca sagrada en este lugar que uno nunca sabe cuando es útil a la sociedad.


Al final cuando escampó un poco salimos huyendo, quedaban pocas personas en el lugar y ya nuestra presencia empezaba a notarse demasiado y antes de ser arrojados de aquel paradisíaco lugar lo hicimos por voluntad propia, eso si con cierta idea maliciosa rondándome el entrecejo y es que después de todo sí hubo un representante de los de abajo y este pecho celebró gozoso a nombre de los anónimos y desconocidos que terminan colados en los sagrados recintos dándole sentido a esa inquebrantable labor de los otros por educar a este pueblo miserable que no sabe brindar y degustar aceitunas.


El trabajo se hizo y la resaca cultural vino luego.


2008-07-16

Medellín

Andrés Restrepo

2 comentarios:

  1. Queda contratado para próximas reseñas... garantizo el vino

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  2. Por que sería que cuando vi que alguien habia hecho un comentario en esta entrada, imaginé a teceo, por lo menos uno de estos silenciosos visitantes dijo algo.

    Salud y que sirvan más vino.

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