HASTÍO I
Aquel día se dio cuenta que lo llamativo era la costura del Jean, la delicada forma del pliegue en la ingle surcando el montículo triangulado, ese exquisito perfil donde el desteñido del cierre se hacía claroscuro, el avatar perfecto centrado en lo indebido dejaba espacio para el delirio y sus consecuencias.
Aquel día descubrió al tenerla por fin desnuda, que no era más que una holgura de huesos y carnes desabridas que tomaban forma al ser cubiertas, que el deseo siempre descansó sobre el abrasador índigo y sus texturas de cielo.
Andrés Restrepo
el deseo llega por los ojos, y una vez cumplido es remplazado por otro deseo lo mismo con la mujer una vez la utilices la echas a la basura y te consigues otra formando un circulo vicioso
ResponderEliminarEso, Eso, Eso, asi debe ser, gracias por recordarlo.
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