No mirar, quedarse en quietud,
no
decir nada, para qué mal gastar las palabras.
evadir
el espejo humeante que te dice que eres sombra aquí y allá,
No seguir los pasos de nadie,
no
incurrir en el deseo de perpetuar la noche, ni el amor.
No
tocar las fechas, los cuerpos ni los recuerdos.
dejar
ir lo ido, no
aprehender lo que vuela,
no
embalsamar lo que aun late.
no tomar café después de las cuatro de la tarde,
besar solo los labios, lo demás se puede prescindir.
no acostumbrase al verano,
no comer demasiados hongos si no hay cerveza al alcance.
rezar
un ave maría solo
por el placer
de hacerlo a
una mujer
no hay
mas dios que
valga la pena.
lavar las manos después de pagar lo que sea.
no
opinar sobre
palomas en
vuelo, ni políticos ni artistas famosos.
no tirar piedras al rio, pueden regresar saltando felices hacia ti.
no
esperar, mejor salir
en busca, vivir inquieto.
vivir a pulmón libre.
no esperar la muerte con mucha seriedad
reír ante lo inevitable, que es finalmente un chiste.
Carlos
Andrés Restrepo
Medellín
12 de noviembre de 2017
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