lunes, 17 de septiembre de 2012

FISURAS

Se le quebró a mi defensa del narval un diente; haré polvillo mágico para curarme la peste,
Se rompió la oreja de mi vacito de patos,  seguiré tomando el café sordo a sordo,
Descolgué tu efigie de mi palaciego cuarto de baño, nadie me vigila ahora, o por lo menos eso creo,
Destiné mi blazer a oficios de cocina, ahora de manera casual no me quemo los dedos.
Descubrí que mi jean favorito se descoció justo abajo de mis partes nobles, auguro vientos de cambio.
Rasgué la ultima hoja del cuaderno donde me escribiste tu dirección, ahora estoy mas seguro que no se a donde iré a parar.

Andrés
Medellin 17-09-2012


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