Fui a la montaña y recordé tu risa
Tu rostro ocultándose tras la roca,
Volví a la montaña y al sentir la brisa
Regresaron tu infancia y la mía trayendo
El néctar de amores que alentaba el poema
Y abonaba los naranjos cuando la nube fría
Besaba los peñascos y se dirigía a tu huerto.
Volví a la montaña y entendí tu llanto,
La ausencia, el vértigo de nuestro primer beso
Entre la maleza seca.
Volví a la montaña y la cascada sonriendo
En su fatal caída me puso de presente
Que nunca volverá hacia arriba.
Volví a la montaña y entendí tu enfado
Camuflado en perdones advenedizos.
Volví a la montaña y decidí amarte
Un poco en memoria, un tanto en presente,
Solo por revolcar mí nervio,
Por hacer de cuenta que estoy vivo,
Que no voy hacia la muerte,
Ahora que el invierno avanza
Sobre mi geografía.
Jericó 2011-04-23
grande !!!!! esa es nuestra pasion instantanea ...... nuestra tierra y los lindos recuerdos que de vez en cuando nos hacen revivir lo que en lo mas profundo somos... !!montaneros!!.... no hay nada en el mundo que pueda expresar lo que es y lo que se siente, para mi es un don de Dios haver vivido mi infancia y juventud en medio del cafetal,las montanas y el mitico Rio Piedras que hicieron realidad mi sueno de infancia..... las grandes playas de nuestra tierra en donde podiamos ir a banarnos sin pagar un amoneda por que el carro de Nando siempre nos podia llevar (aveces ANDANDO y otras camiNANDO) y comer sin medida unos buenos platanos,papas y yucas del santo mas generoso de nuestras tierras latinas:llamado popularmente ZANCOCHO. ponle un tono a todas estas letras (tu escrito) porque la misica ya la "tiene en si" con solo leer las palabras "montaneradas"el alma canta. Maria Nore
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