Fui a la montaña y recordé tu risa
Tu rostro ocultándose tras la roca,
Volví a la montaña y al sentir la brisa
Regresaron tu infancia y la mía trayendo
El néctar de amores que alentaba el poema
Y abonaba los naranjos cuando la nube fría
Besaba los peñascos y se dirigía a tu huerto.
Volví a la montaña y entendí tu llanto,
La ausencia, el vértigo de nuestro primer beso
Entre la maleza seca.
Volví a la montaña y la cascada sonriendo
En su fatal caída me puso de presente
Que nunca volverá hacia arriba.
Volví a la montaña y entendí tu enfado
Camuflado en perdones advenedizos.
Volví a la montaña y decidí amarte
Un poco en memoria, un tanto en presente,
Solo por revolcar mí nervio,
Por hacer de cuenta que estoy vivo,
Que no voy hacia la muerte,
Ahora que el invierno avanza
Sobre mi geografía.
Jericó 2011-04-23