martes, 8 de febrero de 2011

PENITENCIA


Cerrar la puerta un breve Instante
mientras pasan los peregrinos
y desfilan las graves señoras vestidas de negro,
Cerrar la puerta y dar la espalda al conmovido
rostro de Verónica y no caer en la tentación
de enjugar el rostro en su velo.
Negar la respiración solo por no inhalar
el incienso que el monaguillo balancea
con su vigor de adolescente en claustro,
Cerrar la puerta y dejar que sigan su rumbo
sin que me importe la redención de su crucifixión.
al fin al cabo...
Mi procesión va por dentro.

Andrés Restrepo E.
27-IV-2000

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