Por favor, ten cuidado con mi pequeño barco,
le teme al agua, a la indiferencia y al olvido.
Es propenso a los naufragios.
En vos confío.
7-10-2008
Foto cortesía de Juan David Montoya Hubo un tiempo —lo juro por los surcos y los soles— en que los alimentos eran sagrados. Se partía el pan...
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