miércoles, 11 de febrero de 2009

ENCUENTRO


Además del hondo ombligo donde fue posible el frugal naufragio, estaban sus ojos con su tristeza de pájaros remotos, tremenda boca le quedaba justo en el centro de las ganas y unas manos frágiles blanquecinas y acarameladas prodigaban dulcísimas caricias.

Para que contar lo demás si con imaginarlo basta.

Pero como sospechar que debajo de todo esto se escondían, enmarañadas, las facciones de lo cotidiano y sus percances, lo simple de ser básico y lo abominable de conservar dichas costumbres.

Levantó los ojos llenos ahora de un cielo desencantado y desando un poco los paisajes que hasta hace poco eran el escenario de su feliz encuentro, ella ahora anda por ahí enredada en una nube, el se juzga un poco, piensa y se las arregla con el desenfado que hereda la soledad, sus vidas han crecido respectivamente diez milímetros.
Provistos ahora de menos andamiajes para el futuro quizás se encuentren, se sonrían y tengan la sensación de haberse visto antes.

Carlos Andrés

1 comentario:

  1. Mmmm... me saboreo. Algo así me alude en viajes repentinos al pueblo que vio nacer la mujer que me vio nacer... gracias de nuevo.

    Eh! y hacete miembro de mi fanaticada pues a ver!

    ResponderEliminar

EN EL LUNA PARK

Una noche de verano tras una llovizna leve que remojó los adoquines de las callejuelas desiguales del pueblo triste que me vio nacer, entré ...