domingo, 8 de junio de 2014

GRANJA






Mi piel se agrieta mientras te espera
Mi cabello crece y alcanza para cubrir el pavimento
Mis dedos se hacen semillas en la caricia
Mi lengua viaja en oleadas de rima disonante.

Mis orquídeas no son de viernes santo
Mi llama es de sábado mundano, -me enciendo fácil-
Me enamoro en las mañanas y en las tardes
Arreó mi estandarte de promesas.
No me explico mis sentimientos.

En mi corazón se cambian los edredones
Se combinan las cortinas
Se almidonan las faldas
Se sacuden las paredes
Y en las madrugadas
Se aprieta el gatillo
De la desazón.

En mi corral los gallos cantan todo el día,
Las ardillas se roban el alimento de los pájaros,
Los ratones se engordan con la carnada de las trampas,
Rejuvenece la piel del guayabo cuando llueve.
El borrachero le ofrece sus flores al suelo,
El guayacan cuando florece muere,
El papayo crece hasta tocar el sol.

Con mis manos anunció cartas de despedida,
Labro la flor que dirá amor constantemente
Dibujó el sol para que el calor no falté,
Taño la cuerda que resonará en mi abrazo
Corto el hilo que ya no trae mensajes
Borro el anuncio que colgué en mi pecho.

Carlos Andrés Restrepo



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