jueves, 18 de junio de 2009

CARTA

Todos los días me tomo un tinto oscuro,
Temo por mis dientes se pueden poner mas amarillos
Pero eso no impide que me tome un tinto o coma chocolates
Y los viernes en la noche busco un grupo de amigos
Para beber un buen vino, aunque a veces no sea tan bueno (el vino).
Me estoy mirando al espejo y cada vez encuentro más surcos
En mi frente de porcelana, me he comprado algunos productos
Farmacéuticos para atenuar dichas hendiduras
Pero creo que lo que he hecho es evidenciarlas más,
Sospecho que algo tienen que ver los años,
Los gestos de asombro y las risas a mandíbula batiente que no he podido superar.
Al amor le sigo porfiando, tanto descreer me ha puesto de nuevo
En la necesidad de creer, también tiene mucho que ver una mujer en su mocedad
De blanduras exquisitas y vigorosos sueños (esas cosas arrastran y es bueno dejarse llevar).
Por eso me pongo ropa limpia todos los días
Uso colonia, me peino a lo fina estampa,
llevo zapatos de charol y camino con la cabeza siempre erguida,
Sintiendo ese vértigo de la dignidad Inflando el pecho de banalidades.

No han faltado los dolorcillos de juventud que repuntan avisando
No se que delirios de senilidad futura,
duelen la cabeza, los ojos, una mano,
Un pie, una tarde, una canción, una ausencia.
Me he comportado como todo un hombre, ahora lloro a escondidas
Y lo he logrado con tal facilidad que lo hago mientras veo una película,
Escucho una canción, leo un poema ó asisto al funeral imaginado de un ser querido.
Por días me entra la idea de que no he hecho nada con mi vida
Y lo mas terrible es cuando resumiendo resulta que estoy en lo cierto,
Hay ideas a las que es mejor ponerles la escoba detrás de la puerta
De lo contrario me quedaría sin motivos para cantar, escribir ó vivir
Todavía estoy esperando a ser grande para poder ser un cantante famoso.

En vista de que todos los días me alejo un poco del ser que fui
Y me acerco otro tanto al que quiero ser (aunque no tenga ya la menor idea de esos alcances)
Me tomo un tinto oscuro con café que yo mismo muelo
Y mientras espero a que la casa se llene de ese espiritual aroma
De la bebida negra que me acompañara mis variados desvaríos,
Te escribo querido Andrés para recordarte que aquí adentro
contamos con tu esponjoso corazón.

Andrés Restrepo.

1 comentario:

LA VIDA EN ROSA

- ¿Cómo le parece pues la propaganda que nos montaron aquí? - Me dijo el burro carretillero del pueblo mientras señalaba con sus labios en f...