martes, 29 de julio de 2008

CON-CIERTO

Fue un concierto de música culta, pero antes de semejante y magno evento, yo estaba apoltronado feliz en una de esas incomodas sillas de centro comercial chupeteando un helado de chocolate con avellanas, andaba ahí tratando de robarle al día algunos minutos de no-cotidianidad, traté de prolongar el tiempo, visité vidrieras o vitrinas como le dicen en este país, deambulé un poco, con esa resistencia natural a regresar a casa sin novedad alguna, sin contar por ejemplo que me encontré por pura casualidad con la niña encantadora que tanto deseé en el colegio, o que de repente de la nada apareciera un viejo amigo e invitara a una cerveza (soy muy común en ciertos momentos), cuando me disponía a emprender el regreso a casa, caminando como mandan los cánones de ahorrar un poco, sobre todo cuando se trata de mí, un sujeto que se atrevió a desafiar el sistema y se la juega a la felicidad por encima del deber; del deber madrugar, del deber cumplir un horario, humillarse, perder la vida, sentirse útil a cambio de un sueldo razonable que no tienes con quién gastar…ó invertir, entonces es comprensible, me disponía a echar infantería hasta mi pequeño cuartito de invierno, cuando un amigo del alma y el espíritu me llamó a mi panela es decir mi celular nokia año cero, invitándome no a una cerveza sino a un concierto de la orquesta filarmónica y yo que andaba esperando que el universo se pronunciara de alguna manera, no me hice de rogar.


Me enlisté, cambié el rumbo y muy pronto estuve allí en la entrada del teatro atento a la llegada de mi amigo que traía el pase de cortesía para dos.


Como era de esperarse llegue más temprano que el cristiano en mención, allí a la entrada estaban los invitados de honor, nunca supe si el concierto tenia algún costo, yo realmente estaba colado como decimos en mi pueblo, colado, en medio de señoras peli-moradas, barrigones encanados con aspecto bonachón, encorbatados, muchos encorbatados, parecía mas un velorio que un concierto, aunque ahora que lo pienso, siempre se me han antojado los conciertos de música culta como velorios; no se puede hablar, se debe guardar actitud ceremonial, el traje preferido es el negro y las mujeres posan sus lúgubres pechos entre chalinas que apenas dejan entrever el encanto de sus lánguidos pechos ávidos de chupeteos orgiásticos, siempre he creído que semejantes damas deberían estar en casa dedicadas al feliz torbellino de la fornicación y no en este lugar adormeciéndose a los acordes de sinfonías que se hicieron para despertar el espíritu humano.


Ya dentro del sagrado recinto empezó el protocolo de costumbre, me di cuenta que era la celebración del cumpleaños 25 de la institución musical esta de la que debemos sentirnos muy orgullosos los antioqueños, por que dizque le dieron cultura a la ciudad, porque dizque cambiaron la forma de pensar de la gente, yo digo que es mas bien un embeleque de unos viejos que todavía se creen el cuento de que la música clásica está por encima de las demás músicas, que la ciudad es más culta si escucha a Bethoven o a Bach, yo digo que han sido 25 años de apasionamiento y no de criterio sano, pues de haber logrado el propósito Medellín no seria este nido de mescolanzas sin identidad, este hibrido de pseudo-culturas perversas, y por lo menos con los millones de pesos que han aprendido a arrebatarle al gobierno y a la empresa privada habrían logrado que en estos 25 años los concurrentes a la fiesta no fueran los mismos encorbatados de siempre sino el pueblo en pleno gozando y “entendiendo” la obertura de las bodas de fígaro de Wolfang Amadeus Mozart o la sinfonía fantástica op 14 de Héctor Berlioz, pero no, alelado pude comprender que estaban allí los políticos sordos de siempre “aparentando”, entregando menciones de honor, las medallas que impone el sistema, entrega el burgomaestre y abrocha la gentil dama vestida de militar; ataviada con el mismo atuendo que se usa para matar, amedrentar ó desterrar.


No digo que la labor de la institución en mención no sea buena, todavía hay gente que se cree culta ó superior porque escucha a los compositores clásicos, lo que intento decir con esta perorata es que sospecho que no han entendido los muy ingenuos que siguen siendo utilizados por el sistema para hacernos creer que somos muy educados cuando en el fondo nos toca tristemente admitir que somos el lastre cultural mas grande de este país de IN-CULTOS.


Bueno ocurrió lo que tenia que pasar, flores van flores vienen, en una celebración para unos cuantos, a mi lado una señora muy culona y encopetada no hizo sino peer y dormir, mi amigo se paró y contestó el teléfono sin importarle romper el protocolo establecido en aquellos recintos: lo llamó una encantadora mujer de muslos duros y mirada encabritada como potro en pradera (cualquiera se hace el de la oreja mocha) y después de una sinfonía amodorrada, cansona, desmedida y con ciertos encantadores ruidillos de relleno como la caída del soporte del violín de la morenaza con manos de boxeador y pecho de hule, vino el premio a semejante expiación: vino, mucho vino UNDURRAGA, blanco y tinto, pasabocas, jamón, pastelitos de atún, delicados hojaldres con queso, mortadelas, manzanas pringadas por mondadientes gigantes con aspecto de puerco espín, aceitunas deshuesadas con alma de pimentón, mas vino, queso chedar, jamón delicadamente ensartado, caprichosos mandálas comestibles, más vino, embuta y trague que la dama de estoico tocado salió hambrienta, trepele al pancito más salsa que esto está muy bueno y no se fijen en gastos que esto ya lo pagó el pueblo, ese que escucha reguetón y que gracias a su incultura nosotros podemos seguir bebiendo y recibiendo menciones de honor, que acaso es un engaño… somos unos filántropos de lo que no se ve y de los que no es nuestro, pero la vida damos en que esto siga así, que es muy prometedor el camino.


Yo me cansé de embutir vino, como sería que hasta los músicos bebieron y sus amás y sus apás orgullosos, y quedó más y seguimos bogando hasta que se soltó el agua y nos toco beber más, esta vez por pura obligación, no por que lo hubiésemos querido, es que en ciertas ocasiones uno se ve obligado a hacer cosas con las que no esta de acuerdo, pero es que fíjense ustedes, con ese frió y esa cantidad de vino ya destapado, lo mas decoroso es que uno permita que sea escanciado en su copa una y otra vez o sino pareceríamos descorteses y es lo que menos esperamos que crean de uno, sobre todo uno que esta colado en semejante evento, uno que va a pie por la vida, uno que es un carranguero, alguien alcanzó a verme y no se hizo esperar con el sarcasmo: ¡ve y es que los carrangueros también oyen música clásica!!! Bueno -le dije- lo que pasa es que hay tanta vaca sagrada en este lugar que uno nunca sabe cuando es útil a la sociedad.


Al final cuando escampó un poco salimos huyendo, quedaban pocas personas en el lugar y ya nuestra presencia empezaba a notarse demasiado y antes de ser arrojados de aquel paradisíaco lugar lo hicimos por voluntad propia, eso si con cierta idea maliciosa rondándome el entrecejo y es que después de todo sí hubo un representante de los de abajo y este pecho celebró gozoso a nombre de los anónimos y desconocidos que terminan colados en los sagrados recintos dándole sentido a esa inquebrantable labor de los otros por educar a este pueblo miserable que no sabe brindar y degustar aceitunas.


El trabajo se hizo y la resaca cultural vino luego.


2008-07-16

Medellín

Andrés Restrepo

miércoles, 23 de julio de 2008

SALVEDADES EN MIEL DE ARÁNDANO



A RAÚL


Mi historia personal se bifurca en sus inicios en dos periodos, uno de ingenuidades y el otro de perspicacias. En el primero estaba puesta toda mi intención de niño en ser sólo eso: un niño; en el segundo la maledicencia infantil daba paso a la marrulla por la supervivencia empezando a perfilar un sujeto más arisco en los asuntos de lo personal y lo público. Surcando estos dos periodos iniciáticos puede verse un reguero de aguardiente transitando un extenso territorio, estableciendo bordes con su política de desdicha y vahos adormecedores.


De niño recuerdo ver a mi padre cantar el aleluya del Mesías de Händel y al mismo tiempo saltar dirigiendo una orquesta invisible que para mí eran los trastes que se estremecían en el locero de la cocina; aterrado con aquella imagen pero feliz con la música que salía de la grabadora silver, fui heredando la idea de que la música tiene un más allá, bueno, debo admitir que lo primero que pensé era que a quién se la había ocurrido escribir semejante canción para dedicársela a los papelitos que arrojaban en las piñatas…


A Raúl, como fue bautizado mi padre, un señor al que le decían Narigón, era el que le pasaba la mejor música que alcanzaba a llegar, del resto del planeta, a ese villorrio donde la existencia nos mandó a parar. Narigón era un señor de tez morena, casi calvo, encorvado y con una nariz que le hacia excelente gala a su apodo; tenía una tienda en la esquina de la casa de las “Itas” donde vendía sirope con biscocho, justo ese era el encanto de acompañar a Raúl a recoger los cassettes que le pasaban de los valiosos acetatos para poder ser escuchados en su amada grabadora.


Fue un borracho ordinario, pero ¿quién no es ordinario cuando está bajo los delirios del alcohol?, pero lo que no era ordinario era su gusto, que mientras los otros bebían al son de madre del alma, él hablaba de las mejores zarzuelas y operetas y de compañías de teatro y de grandes compositores, provocando en muchas de las veces repudio por los otros borrachines que no tenían el nivel para semejantes prendas.


Su oficio: peluquero-barbero y pintor de brocha gorda, Restrepo al hombre le dicen unos, apellido maldito para el resto de los coterráneos que veían encarnada en esta familia al mismo diablo, dizque por locos, porque desde niños hacían muñequitos con greda, o porque eran serios y sus relaciones sociales eran escasas, o porque su color de piel era tirando a oscurita, terrible herencia de aquel pueblito donde sólo quedaban rezagos de viejas alcurnias de artificio.


La inclinación por la escultura y la pintura les rondó desde siempre, desde su hermano mayor hasta los sobrinos, primos míos para más señas, que supieron heredar el arte, lo descuidaron y lo volvieron baratija; fueron los Restrepo los primeros en tallar el río piedras y llevarlo a los hogares en forma de bodegón con frutas.


Desde siempre me sentí orgulloso de él, su testimonio de vida cuenta muchas fortalezas, después de ser un mito como alcohólico, después de ser estigmatizado por aquellos que alcanzó a llamar amigos, en una ocasión le escuche que de él se decía no le daban trabajo porque se tomaba hasta la pintura; después de la inopia, después de la rabia y las tristezas, a pesar de los rencores adquiridos, con la sabiduría que he empezado a sospecharle, un día dijo no más y no volvió a tomarse un trago, por sus hijos, por su compañera y un tiempo después dejó de lado el cigarrillo porque quiso, aunque también debió ayudar la indiferencia de mi hermana y la mía cuando huíamos de donde estuviera él con su fumarola de tren cansado.


Muy terco y soberbio eso sí, negarlo sería necedad, pero buen hombre el tipo, al comienzo de mi vida le decía papi, con el correr del tiempo y después de una pela de aquellas en las que detestaba ser niño, cambié la forma de nombrarlo por Don Raúl y así se quedó para siempre, fue mi pequeña venganza, sospecho que añora el viejo trato, alguna vez me hizo un sutil reclamo por llamarle así, pero decirle a estas alturas papá ó padre se me antoja un tanto postizo, en cambio no he perdido la vocación de abrazarle, pedirle la bendición y darle un beso en la mejilla, mejilla que cada vez se me hace más parecida a la de la abuela, como mi voz se va pareciendo más al timbre de la suya, a veces cuando tengo excesos de tos me sorprendo al hacerlo idéntico a él.


Tiene la capacidad de impacientarme, cada vez que hablamos tiene una queja del mundo, un reclamo, y ese: ya nadie me da trabajo por viejo, que termina por intranquilizarme a mí que estoy haciendo carrera para una vejez solemne y tranquila.


En su discurso advierto algo de ingratitud con la vida, tal parece que le quedaron cosas pendientes y no alcanzó a resolverlas, muchas veces lo ha sorprendido mi mamá sentado en el corredor de la casa lloriqueando nostalgias, aún a estas alturas se sigue tragando los sentimientos; que sepa, nunca le escuche decir te amo o te quiero, imagino que empleaba otras palabras u otros signos para reemplazarlas, lo que pasa es que generalmente esperamos que el otro se comporte según nuestra necesidad, sobre todo si es el papá.


Hace poco mi hermana y su esposo lo llevaron a conocer el mar, a sus sesenta y pico era virgen de playa, oleadas marinas, espumas, chapoteos y picaduras de agua mala. Todos estaban a la expectativa de sus comentarios, más emocionados que él partieron de las barrancas del interior al lugar donde muere el continente y al llegar no dijo una palabra, se la pasó en silencio, al reclamarle por su simpleza frente al inmenso mar los despacho con una de sus acostumbradas frases: “es que ustedes no entienden que yo tengo mis formas personales de emocionarme”.


A menudo la casa esta llena de yeso y Otilia su esposa, la misma que hace las veces de mi madre (a ella si le digo amá ó amacita y en confianza misia-oti ó tilita mija), no se hace esperar con los reproches, -desde que usted esté aquí esta casa nunca permanece limpia- ella tiene por menester echar cantaleta, ¿por qué dejó el pocillo del tinto en el lavadero?, que mire que dejó el entablado entierra’o, que agáchese y recoja los regueros… en fin, él a veces es muy paciente, pero ella lo dobla en paciencia, entre ellos se las arreglan, por eso son esposos y así se han conservado, motivos para dejarse no les han faltado, pero el amor más que el sometimiento es esa fuerza innombrable que hace que subsistamos a pesar de la diferencia y la fragilidad del otro y en ellos se ha manifestado con todo su esplendor.


*


Lo que se hereda no se hurta, pero también es cierto que lo que natura no da, salamanca no lo presta. Nací un once de mayo y a la semana siguiente se celebraba el día de la madre, yo vine para inaugurar a Oti en su primera celebración y el regalo no se hizo esperar: comprado por Celina mi nana, pagado por Don Raúl y entregado a nombre mío, que a falta de nombre, dispuso el padre que en la tarjetita rezara, del: Artista, para: la mamá. Desde ahí me jodió con el mandato de sus palabras, nunca amé el trabajo duro y con esto no digo que mi oficio sea fácil, lo que quiero decir es que en mi vida he empuñado una brocha, desyerbé un tajo de cafetal o bolié pica; sólo ayudé a cargar mezcla en casa en una de nuestras modestas reformas (que no han terminado por cierto) y estuve “molido” una semana.


En cambio siempre me incliné por eso de cantar y arriar acordes con una guitarra, seguro cuando se inventó el patronímico pensó en sí mismo, en pintura, en lienzos, en escultura; nunca imaginó que el pequeño sería la oveja negra de la familia y terminaría cantando para alegriar los días propios y ajenos.


De don Raúl me viene la sensibilidad de mundo, las lágrimas ante lo hermoso, la conmoción en el pecho que llaman dignidad, la generosidad, el respeto por lo que no es mío, el buen comer, el no tragar entero; su comentario más aleccionador para mí lo soltó mientras hablábamos de rabias y enojos, me dijo: la mejor forma de no recibir un golpe es no estando presente, con el tiempo entendí que la mejor forma de no estar presente es no andar de provocador.


También hay herencias malditas como el mal genio, el carácter explosivo y éste es de padre y madre, como quien dice “estoy jodido”. También cuenta la desconfianza, la impaciencia, la pérdida de fe, el desdén por lo vulgar, la autoexigencia, la terquedad y otros que me silencio u oro para que no me lleguen, como la calvicie.


En la estructura que aguardo en mis costumbres están aposentadas muchas de sus temperamentales actitudes; con muchas de ellas vivo combatiendo porque no quiero parecerme en nada a él, pero también hay muchas que con regocijo acepto porque en algo quiero parecérmele.


Con lo demás se traban las lidias cotidianas, para muchos con razón soy un Restrepo, para otros soy encantadora luz y hasta buen amante me he permitido que presuman en mi presencia.


Al César lo que es del César; muy fogoso el hombre en su juventud -conjeturo- dados los comentarios de sus contemporáneos que yo discretamente atesoro.


Soy una mezcolanza de hijo de hogar, puto y noble, tengo la ligera impresión que nada de esto es novedoso para el buen hombre que tengo por padre y la leal amiga que tengo por madre; ellos han sabido ser discretos con mis asuntos, pero fervientes seguidores y orgullosos de mis talentos, hace rato que estamos en la empresa de disfrutarnos, vivirnos hasta el tuétano los muchos momentos que le robamos a las ocupaciones para seguir siendo familia.


Hace un buen tiempo estaba por escribir sobre don Raúl, para decirle lo que de él he sentido y nunca he dicho, para agradecerle por haber sido como papá lo mejor que pudo; pero en cada intento me iba por las ramas y terminaba haciéndolo sobre otras cosas, creo que esta vez me pasó igual pero logre llegar hasta aquí, ahora no sé que decir, un nudo en la garganta me está estrangulando, las lágrimas han caído en el teclado reiteradas veces mientras imágenes en pensamientos veloces pasan ante mí…

Puedo verme jugando con él en la cama y cantando: uno dos y tres, la conga se va, mientras me eleva con sus pies en los que estoy a horcajadas; nos vemos reflejados en el espejo de la peluquería donde me está haciendo el corte “papindó, caminamos por el río buscando piedritas para tallar, fabricamos papagayos para elevar en la manga del colegio o me lleva en hombros camino al cerro de las nubes.

Al final me veo adormecido a su lado mientras me cuenta la historia de lejos del nido y me acurruco con la felicidad de no ser un niño al que roban dos indios y puede gozar de su padre hasta en los ensueños de grande.

2008-06-06


Carlos Andrés Restrepo E.

miércoles, 16 de julio de 2008

ANGUSTIA DE DOMINGO EN LA TARDE





LO SIMPLE


Un castaño atrapa en sus ramas la tarde líquida, multiplicando la luz en diminutos senos que saltan y van a estrellarse en la frente de los devotos domingueros que salen de misa de tres y media con el alma recién planchadita y ungida de incienso.


Lo simple es un domingo sin algodón de azúcar –me digo- sentado en el parque viendo pasar la vida en pantalones cortos, exhibiendo sus piernas de jovencita llevando a cabestro un perro negro.


Lo simple es el beso de una mujer que no se ama o la llegada de quien se espera en la oscuridad; quede claro que estoy triste, solo, provocándome lo simple con el fin de atraparlo en las palabras que pronuncio.


Hablar de lo simple es tan simple que no se sabe qué hablar, lo simple es lo que no provoca admiración ni detenimiento. Un crítico de arte dijo que lo simple es lo que no genera asombro y sin embargo la presencia de lo simple nos enseña que existe el sabor, el sello de clase, la depuración.


“Mi novio es un simplorete”, decía Marcela, porque nunca le dio flores, ni chocolates, mucho menos le escribió un poema; pero ella lo amaba de tal manera que se casó con él, lo que quiere decir que lo simple también se puede amar y elegir para siempre en nuestra vida.


Lo simple es el sancocho de Otilia cuando lo hace de mal genio, quiero decir que lo simple también puede ser la respuesta de algo que se hace sin amor (de papilas gustativas hablando).


La muerte puede ser el simple propósito de la vida, que en sí misma es lo simple sucediendo interminable…


Todo el domingo es ahora simplemente un recuerdo, un reguero de hojas secas, un helado que se derrite en el andén, un abuelo cansino que languidece frente al televisor; lo simple es desvelarse en la noche, un tinto con uno de azúcar, una sonrisa sin dientes, una película Colombiana, una canción de Pablo Gallinazo, una mermelada de arena, el saludo de una exnovia.

El castaño amargo me mira y me dice: yo no existo ni la tarde habita mis ramas, soy el deseo de lo simple que me requiere para hallar su esencia; entonces me levanto y abandono el parque.


Lo simple es una banca cuando uno no está…



Medellín

07-Nov-1999

Carlos Andrés Restrepo Espinosa

lunes, 14 de julio de 2008

ENERGIA Y MÚSICA

II -LOS 7 CENTROS, LAS 7 OCTAVAS

PLEXO

NOTA -ITERACIÓN

COLOR

FUNCIÓN

ORAL ANAL 64 Hz

Do1 X

NARANJA

SUPERVIVIR

GENITAL 128 Hz

Do2 2X

ROJO

RELACIONARSE

SOLAR 256 Hz

Do3 4X

AMARILLO

EMOCIONES

CARDIOPULMONAR 512 Hz

Do4 8X

VERDE

AFECTOS

LARíNGEO 1024 Hz

Do5 16X

AGUAMARINA

AUDIOSONORO

ENTRECEJO 2048 Hz

Do6 32X

VIOLETA

VISIÓN

PINEAL 4096 Hz

Do7 64X

MAGENTA

PENSAR, SUEÑOS


En la tabla está la función, la FRECUENCIA en Hz y el color de cada uno de los centros de energía o chacras. Con este CÓDIGO DE COLOR, que rige el cuerpo, se escriben en esta página, algunas palabras como :ENERGíA, SENSACIONES, espiral, etc. con sus letras pintadas en la secuencia de color de los 7 CENTROS: I- ano, II- genitales, III- estómago, IV- pecho, V- garganta, VI- entrecejo y VII- Coronilla, I- ano.... representando que estas palabras definen a una espiral de notas que pulsan con las 7 OCTAVAS y con los 7 COLORES. Estas palabras van de estos colores: bajos, pelvis, agudos, cabeza, espejo, resonancia, iterar, futuro, placer, dolor, pasado.
En el nivel de los conceptos somos muchos seres en espejo o "partículas" diferentes unas de otras en el nivel de la energía somos ondas superpuestas donde todas son una, como las
OCTAVAS musicales. LasOCTAVAS surgen al iterar. 2n = x. Cada plexo (Do2, 128, 2x, relacionarse) es la iteración del anterior (Do1, 64, x, supervivencia). Cada octava (64 Hz, 128 Hz, 256...) resuena con las otras, se comparan entre si con relaciones rítmicas de 1/ 2, 1/ 4, 1/ 8.... Cada nota copia ecos de las otras comunicándose todas las cuerdas del cuerpo como en un cubo de espejos. Esta es la LEY DE LOS ESPEJOS, ES PURA RESONANCIA,

Una ENERGíA que, al cerrar los ojos, se puede ver en el entrecejo como PUNTICOS formando espirales O ANILLOS DE COLORES, es la que, al pulsar, produce todas nuestras SENSACIONES.

Según la LEY DE LOS ESPEJOS, el Do7 de la coronilla resuena en todas las puntas (pies, manos, glande). Al hacerlo ocurre que


por LEY DE OPUESTOS, mientras más agudas se hacen las vibraciones hacia las puntas (el centro de esta espiral en el dibujo), más grave se hace el Do1 anal, la parte ancha de los conos corporales (la rojiza periferia de la espiral). Mientras mayor sea este CONTRASTE entre contracción (4096 Hz) y expansión (64 Hz), mayor será el placer; pero contrariamente cuando los bajos del CAMINO INTERNO DE LA MÚSICA Y LA LUZ (la expansión, el calor, LA RAMA DE RAMAS QUE ES EL PINO TOTAL), se perciben DESCONECTADOS de los agudos (las frecuencias frías, altas y puntiformes, LA RAMITA DE LA PUNTA) ese mayor CONTRASTE pasa a ser un mayor displacer. Un escalofrío es un CONTRASTE (placentero o doloroso) entre calor, temblor (Do1) versus punticos fríos y hormigueantes (Do7) que puede ser orgásmico o febril según si se conectan los opuestos o no.


Mas sobre el tema

http://www.sensoterapia.com.co/

miércoles, 9 de julio de 2008

I AM A ROCK

NO SON PALABRAS MIAS











Presentación NON SANTA y des-autorizada de Carlos Andrés Restrepo

Otraparte, solsticio de verano 2008 V. 3

En estos 4 años que llevamos en este recinto sagrado –en un sentido filosófico- es nuestro conferencista mas joven –aunque no lo parezca- pero tiene mas recorrido que un beduino –si nos atenemos a su hoja "debida"-.

Carlos nació en la tierra prometida, hace 30 años y muchos meses, a su edad Jesucristo estaba a punto de ser colgado de la cruz y Rimbaud ya traficaba con armas en Abisinia.

Ha sido aplaudido y laureado en comunas, fiestas, tabernas, plazas, pueblos y ciudades a todo lo ancho y largo del territorio nacional – lo corrobora su currículum- y tiene más premios que Llinás.

Ha sido cantor, director, rockero – su mas noble pecao-, compositor, cuentero, carranguero –su ultima aventura-, arriero, espantapájaros –en las fincas con maizales -, animador de fiestas, locutor, el coco de los cuentos infantiles –esa cara asusta a cualquiera-, mensajero, camionero, enamorao y otros oficios no menos oficiosos.

Desde que se escapo de su tierra natal – también la mía, a mucho honor- queriendo alzar vuelo, cual pichón de cóndor, le dedica una de sus canciones en honor a ese pueblo que lo vio crecer COMO AGRADECIMIENTO y justo antes de partir, le lanza estas saetas:

“Si ayer fui de corto vuelo

Victima e’tus consecuencias

Hoy aunque no tengo cielo

Tengo alas de libertad.

Porque me voy girando sin remedos

Porque soy libre aunque aferrado a mí

Porque no pierdo sino que me encuentro

Cuando me alejo de tu abrazo letal.

Porque no eres un nido grato de amores

Ni en ti encuentro motivos para volver

Porque las puertas que a tu centro conducen

La historia las condena a enmohecer”

(De una de sus canciones en ritmo de rumba ska).

Como decía, que desde que se escapó de su tierra natal, alzando vuelo, este vuelo lo llevó a aterrizar de barriga, en este estanque, para tratar de enderezar su chueca vida y desde entonces no ha parao. Es verdad lo que dice otra de sus canciones-saetas:


“Voy caminando sin miedo

Al borde de tus pisadas

Tus puñales no me importan

Si los clavas en mi espalda

Pues de frente no me afecta

El veneno de tus palabras.

No te gustó lo que pienso

Te lo arrojo ahí a las patas

Pa que lo pises con ellas

Que es p’a lo único que te andan

Y p’a perseguir marido

Metida de farra en farra

La chueca vida mía

No vas a enderezarla

Mi alma es rama torcida

Y vos no me importas nada”

(De otra de sus canciones en ritmo de Vals).


Y creo que esa vara, cada día esta mas torcida, para alegría nuestra y de su cofradía y por supuesto p’a jolgorio del pueblo.

En la edad media –Carlos Andrés- estaría en manos de la inquisición –hasta en la hoguera- porque anda dedicado a la holgazanería. A no hacer nada –que es el mejor estado para la creación-. El único.

Metimos la música popular en estos recintos académicos, para darle el status que merece, sólo si es autentica, no esos alaridos y berridos que nos quieren hacer creer que son músicas.

Sin más preámbulos, démosle la bienvenida a estas músicas populares, que son expresión de nuestros ancestros y parte de nuestra idiosincrasia.

Esta tarde va ser un poco diferente, ya que Carlos Andrés, alternará la teoría con la práctica y volverá esto una fiesta completa.

Muchas gracias por asistir y al final –si queda alguno- compartiremos un vino y mas música, tanto con Carlos Andrés, como con Jairo Arango, para celebrar este solsticio de verano. Esta mañana estaba de día, desde las 5 de la mañana. Doy fe.

La tarde es nuestra y debe ser pura fiesta.

Preparada por:

Alfonso Arcila G.

Medellín 21 de junio 5.30 a.m.

Para el grupo SOFOS

jueves, 3 de julio de 2008

OBITUARIO















POEMA DE AUSENCIA PARA DESTERRAR AL OLVIDO

A María Celina Gómez Jaramillo


A punto de estar vivos viajamos transparentes
A pesar de la gente que crece y olvida,
Los luceros persisten en su armonía de luz
Aún en la noche más oscura las luciérnagas chisporrotean su encanto
Señalando que la vida sigue aunque la orquesta se silencie.

Un relámpago de infancias en suma es la vida
Un ahora impredecible, un futuro ansioso y augural.

Los sortilegios llueven al amanecer para abonar
La desesperanza que le entra al alma al despertarnos
Y ver que no estas más entre nosotros amiga de las saetas,
Última sátira del sacramental destino.

Mientras estabas entre nosotros fue eterna la vida, tu enseñanza fue el amor, el servicio y la lealtad, la risa -remedio infalible – nos regalabas con ocurrencias tales que hacían sonrojar a las jerarquías celestiales, mismas que de seguro aplaudían el sano equilibrio entre tu espiritualidad y la franqueza de mortal.

¡Qué carácter residía en tus buenas costumbres...!

Tenias siempre el comentario oportuno, el humor agudo y audaz que reverenciábamos todos, después copiamos y repetimos en otras situaciones donde advertíamos: esto es un dicho “Celinesco”, nos heredó además del buen humor el servicio desinteresado, el desprendimiento de lo material y esa lágrima en el ojo cada que la conmovía algo simplemente hermoso; fue una romántica hasta el fin:

“No se que pasa en mí que cuando escucho
Cantares de magnifica armonía
Siento en mi corazón una alegría
Y me acuerdo de ti

Y cuando al mundo dé mi adiós postrero
Y ya lista emprenda mi camino
No te olvides de mi querido amigo
Y acuérdate de mí.”

(Fragmento del poema acuérdate de mí de MCGJ)


A bordo de esta embarcación que nos lleva por la vida, unos elegimos ser de los que izan la vela, otros de los que limpian la cubierta, deslían los amarres, tiran del remo o llevan el timón, cualquiera sea la labor emprendida se hace bien o el naufragio puede ocurrir aunque demos al impresión de llegar sin novedades a tierra firme, que buen trabajo hace el que silencioso arrima su nave a los puertos sin detener el viaje, sin abortar la empresa del descubrimiento de nuevos mundos, fue Celina descubridora, creadora, emprendedora, evangelizadora, seguidora incansable de Maria la diosa madre, por quien siempre demostró ferviente devoción en su vida y reflejó en sus poemas.

De la Celina enamorada lo que diga son conjeturas, pero cuentan también sus poemas una pasión desbordada por el amor imposible, por lo que no pudo ser, esconden sus palabras el silente tormento de la poetisa que teniéndolo todo en su Jesús Eucaristía lamenta lo implacable de la ausencia del amor idílico mundano y tremendo que se anuda en la garganta:

¿Ya qué podré decir? Que no me amaste,
O si acaso lo hiciste, qué insincero…!
Amistad y algo más, tú me brindaste
Sembrando de ilusiones mí sendero.

Soñaba un ideal el más hermoso
Al comenzar nuestro brillante idilio;
Me robé las miradas de tus ojos
Ojos que son por siempre mi suplicio.

Y no puedo ocultar que te amo tanto
Y que tu imagen para mi es sagrada,
Que en mis pupilas aparece el llanto
Porque no soy tu amiga ni tu amada.

(Fragmento de Vivir de los Recuerdos)


Hasta las Santas han amado o si no ¿Qué sería del siglo de oro español sin la poesía mística y erótica de Teresa de Jesús?, la poesía bucólica, sincera y transparente de Celina refleja una mujer íntegra llena de luminosidad pero muy conciente de su ser mundano pero nunca hipócrita, era una mujer de fe inquebrantable y en ello la nobleza más que obligar replica abnegada reverencia ante su memoria, aunque como ella misma lo profetizo tal vez con el tiempo sólo en los recuerdos nos conservemos vivos:

No sabía que vivir de los recuerdos
Es eficaz antídoto al olvido;
Es un alivio al corazón enfermo
Del anhelado amor ya fugitivo.

(Fragmento de Vivir de los recuerdos)

Muy familiar eso sí, nos levantamos muy próximos a su casa y es que en esta porción del planeta no necesitamos llevar el mismo apellido para ser de la familia, una buena pista es que se llegó a escuchar tan natural que se decía Celina Gómez la hermana del padre Gonzáles y para hacer más asertivo el ejemplo también era la tía de León Bedoya “el negro” primo de Andrés Retrepo quien era casi sobrino ya que también “pelusiaba” desayuno y eventuales almuerzos ya que el negro vivía más en la casa de Celina que en la suya.

Claro que esta práctica de la visita no era costumbre exclusiva de unos cuantos, como decía el señor Rafael Pombo: Es la casa de todos, la del cura; fue la casa de Celina la de todos.

Y allí podíamos encontrarnos sentados con Libia, el padre y nuestra mentada amiga, infinidad de amigos que nunca faltaban en torno a la conversación, los comentarios disparatados de las dos hermanas sobre los personajes de la telenovela, mientras se esperaba el tintico y Libia sacaba “debajo” de la cama un tarro de lata repleto de rosquitas que no daban un brinco.

Un visita me pidió Celina la última vez que la vi asomada en la ventana de su casa, yo iba de salida para Medellín, generalmente estoy de salida, mis visitas a Jericó se han vuelto mas esquivas con el correr del tiempo, prefiero la tranquilidad de mi casa al bullicio de un pueblo que cada vez es menos mío, esta reflexión me la permito porque también es mi autocrítica, entiendo que se pierde el afecto sobre todo cuando lo amado se acaba, cuando las personas que significaban lo importante del regreso de repente ya no están, ¿a qué volver a un pueblo lleno de nostalgias y de ausencias? ahora pienso que también contribuimos un poco con nuestra indiferencia, nos hemos alejado del abrazo, de esa mínima expresión de afecto que es el saludo, nos queda a los vivos no perder esa otra herencia de Celina: saludar; nadie se escapaba a sus buenos deseos, a todos saludaba por el nombre, invitaba a su casa, celebraba la alegría de estar viva en cada encuentro.

Decía que una visita me pidió y nunca se la cumplí, estas palabras son mi respuesta a esa invitación no cumplida, no a ella, sino a su familia y amigos a quienes debo abrazar y agradecer en su nombre, agradecer que fue mi inspiradora en muchas de las facetas que me definen como ser sensible. Yo me levanté escuchándola declamar, actuar; era una excelente actriz, (este pueblo de desmemoriados le debe todavía el reconocimiento como la principal propulsora del sainete, genero teatral desaparecido en la región), humorista, escritora y poetisa, ¿qué más decir? que hasta el final me enseñó que el olvido comienza con el descuido, con la pereza de ir a dar un saludito.

Me asusta la idea de que un día no estaremos aquí, ya vemos morir a las personas que hicieron parte vital de nuestra vida en Jericó, se están yendo y con ellos una estirpe que designó una cultura de respeto, solidaridad y compromiso social; ahora que los nuevos tiempos traen nuevos vicios, lo único que esperamos es que la ingratitud no siga prosperando, que más terrible que la ausencia de un ser querido, es su olvido en plena vida.

Carlos Andrés Restrepo E.

Jericó 2008-06-26



LA VIDA EN ROSA

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